Voy
hacer honesta… no se cómo comenzar este post.
Me
declaro una persona muy reservada en cuanto a contar cosas muy personales a
cualquier persona que pase por enfrente de mí, por ello muchas veces guardo
tantos sentimientos que me llevan a un punto en donde saco todo de la peor
manera ¿les ha pasado?
Hace
un mes fue mi punto final y en el cual tomé la decisión de dejar todo por hacer
un viaje y no dejar nada pendiente, fue una de esas situaciones en las que
cargaba muchas cosas y exploté al final, sin embargo, encontré lo que
tanto buscaba: respuestas.
Para
muchas personas tal vez esta solución sea “huir de la realidad” asimilándolo
directamente con una persona “débil” pero no es así. Creo que al dejar todo por
un viaje y conseguir respuestas es similar a una persona decidida y sin miedo…
eso me describe.
Este
punto de mi vida siempre lo consideré un breve “break” para conseguir
respuestas que aún no obtenía.
Quería
un lugar que no tuviera internet, que tuviera historia, y sobretodo, que fuera
seguro porque haría un viaje sola. Es
así como después de meses de pensar y pensar abrí un libro… lo primero que me
salió fue una hermosa playa en Varadero que reflejaba todo lo que yo quería en
ese momento.
Me
bastaron 5 min para abrir una página de viajes en internet y comenzar a
investigar un viaje a Cuba. Fue así como me decidí en comprar un viaje en el
cual estaría 3 días en LA HABANA y 5 en VARADERO.
“Una
semana sin internet, una semana pensando muchas cosas, una semana de
experiencias y una semana de muchas enseñanzas. “
Mi
primer spot fue el CAFÉ HABANA ubicado en el centro de La Habana Vieja. Sentada
en una mesa del centro que daba hacia la entrada, podía ver a los miles de
turistas – en su mayoría parejas- pasar
y disfrutar el día, tratando de conseguir lugares con comida más o menos
buena y que no afectará el bolsillo.
Al
estar sentada en tan privilegiado lugar pude notar cosas que me hacían saber
que no era la única que estaba pasando por algo. Había parejas calladas sin
mirarse y sólo comiendo en vez de disfrutar un tiempo para ellos, habían
familias tal y como aparecen las películas que no te crees que existieran en la
vida real, grupos de amigas cansadas y gritando por dentro regresar a su hogar,
y por último, estaban aquellas personas que viajan solas para no rendirle
cuentas a nadie.
La
especialidad: la hamburguesa especial que incluye una bebida por tan sólo $5
CUC.
Mi
segundo spot fue en la plaza central. Aquí pude encontrar varios lugares para
tomar una refrescante cerveza y escuchar música en vivo, además de encontrar
más variedad en comida.
Aunque
es muy caro vale totalmente la pena agarrar una mesita afuera y disfrutar de un
buen mojito con cerveza y escuchando de fondo la música en vivo.
Mi
tercer spot fue un Paladar. Estos lugares son típicos en Cuba ya que sirven la
comida regional. Pude comer aquí por $10 CUC de una comida bien servida con una bebida.
El
último día en La Habana recordé que tenía
que llevar algo representativo por lo que tenía que regresar con habanos y ron
sin ninguna excusa. Compré una caja de 3 habanos Romeo y Julieta por $14 CUC -creo
que fue una buena inversión -, también
compré una botella de ron de Habana Club por $11 CUC, además de los pequeños
recuerditos para la familia y amigos.
VARADERO
MI AMOR
Mientras
me encontraba en el camión rumbo a Varadero pasaba por mi mente el qué haría al
llegar a México, cómo me iba a sentir, a qué personas tendría que dejar atrás y
preguntarme si iba a ser feliz.
Ver
el mar, ver su tranquilidad, el agua cristalina, las personas disfrutando del
día y sin ninguna preocupación… me hicieron darme cuenta que se tiene que vivir
el ahora y no el mañana, se tienen que dejar atrás las preocupaciones y no
pensar en lo que va a suceder después.
Teniendo
en mente esto fui a la CASA DE LA MÚSICA ubicada en el centro de Varadero, música
en vivo, personas bailando, el ritmo caribeño a todo lo que se podía y
simplemente me di cuenta que era feliz en ese momento. Escuchar y ver como las
personas disfrutaban una hermosa música en vivo con un ron a un lado – a eso yo
lo llame vida- y lo volvería repetir mil veces más aunque salí un tanto
indispuesta.
Me llevó
muchas experiencias y muchas enseñanzas de este viaje y una de ellas es
enfrentar las cosas, porque cuando las enfrentas y te das cuenta que no valía
la pena estarse preocupando por ellas en el pasado, te das cuenta que la vida
es ahora.
Pude
regresar sin trabajo, pude regresar sin planes para mi vida, pude regresar sin
esa persona que me hacia bien en meses pasados, pero no me arrepiento de nada…
no me arrepiento de ninguna decisión que haya tomado allá. Las cosas que hice
las hice por algo y por mí… y eso es lo que me dejo disfrutar al 100% mi viaje.
Regrese
tomando decisiones que se que me afectarían, pero el tiempo sabe sanar y que
ahora que estoy aquí pienso que estoy comenzando de nuevo. Ahora no tengo miedo
de viajar a otro país y dejarlo todo, tampoco tengo miedo de alejarme de las cosas
que por más que quiera no me hacen bien y ahora estoy viviendo el presente – y
honestamente- es algo que recomendaría a todos hacer por lo menos una vez en su
vida.
BESOS J
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